Los acontecimientos recientes en Israel y Gaza son la consecuencia de décadas de una masacre a cielo abierto por parte del estado sionista contra el pueblo palestino, principalmente en el territorio de la franja de Gaza.

Desde el 2006 que Hamas triunfara en las elecciones sobre el territorio de Gaza, el estado de Israel ha establecido un férreo bloqueo, estos controlan el suministro de agua potable, energía eléctrica, el comercio limitando enormemente los materiales de construcción (reconstrucción), material medico y demás suministros vitales.

Israel viene impulsando asentamientos de colonos en el territorio palestino. Mantiene un control y presencia militar en las fronteras, con incursiones dentro de territorio palestino.

La Franja de Gaza es una cárcel a cielo abierto donde solo rige la ley de la fuerza establecida por las tropas sionistas.

El pronunciamiento de los principales estados y líderes políticos en solidaridad con Israel pone blanco sobre negro. La hostilidad contra el pueblo palestino es algo frecuente en las ultimas décadas, sin embargo ninguno de los que hoy alzan la voz contra el terrorismo denunciaron los asesinatos de niños, el bombardeo de escuela, hospitales y demás blancos civiles. Tampoco la detención arbitraria de palestinos, incluidos niños en cárceles israelíes sin juicio ni condena alguna.

Declarar que el estado de guerra del cuarto ejército del mundo, con el apoyo del imperialismo norteamericano y las principales potencias mundiales, frente a milicias irregulares, con armamento claramente inferior y sin recursos es una coartada para que el Sionismo avance en su política de exterminio físico y sumisión de la población de Gaza.

El pueblo palestino esta luchando por su sobrevivencia, por su derecho a la autodeterminación y merece el apoyo de los trabajadores del mundo.